Compartir el embarazo. Maneras en que la futura mamá percibe el apoyo de su pareja, en función de un mejor desarrollo del bebé.
La mayor preocupación de toda mujer embarazada es que el bebe nazca fuerte y saludable. Nueve meses adorando cada patadita, cada latido y movimiento. Sin embargo, ¿está consciente la pareja de la gran responsabilidad que asume en el proceso?
Desde la gestación hasta el nacimiento, ambos, papá y mamá deben estructurar las bases para consolidar que el acontecimiento llegue a feliz término. Mamá se encargará de asistir a las consultas prenatales y seguir las indicaciones médicas (más si es un embarazo de riesgo).
No dejará de alimentarse preferiblemente, con una dieta equilibrada que aporte esencial nutriente y vitaminas (frutas y verduras), al sistema inmunológico del feto. Sabe que en los lácteos, la carne, las legumbres, los cereales y los frutos secos encuentra la energía que necesita (alto contenido de hierro, fibra y calcio). El pescado puede consumirlo moderadamente y reducir, por mucho guste, los dulces y golosinas; las grasas, el café o las infusiones. Y en su totalidad, eliminar el consumo de sustancias tóxicas (droga, cigarro y alcohol) por las negativas consecuencias físicas, patológicas y psicológicas que traen.
El embarazo es un período de tiempo donde la sensibilidad de la mujer llega a parámetros inimaginables.
El futuro Papá, no tiene idea de los inestables cambios de carácter por los que transita su pareja en intervalos cortos de tiempo. No está consciente de lo importante que es para la fémina la presencia de su media naranja, en esta indescriptible hermosa etapa. Hablar quedo a la “pancita” estimula en el feto el sistema sensorial (en especial la audición).
El hombre no experimenta de igual manera, pero su cuidado, cariño y paciencia (los “antojos” suelen ser una gran prueba) aportan estabilidad emocional a la futura mamá. La relajación materna influye favorablemente sobre el desarrollo gradual del cerebro del bebé.
El diálogo con la pareja es fundamental. Debemos "contarle" a nuestro esposo cómo nos sentimos. Ellos no son adividinos, no pueden saber lo que está experimentando la futura mamá. Sus miedos, inquietudes e incomodidades. De manera, que el hombre puede comprender y ayudar. Integrarse durante todo el proceso como pareja, es vital para la estabilidad emocional de ambos y el mejor beneficio del bebé.
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