LA CIMA
Escribe tu propia moraleja
Tres amigos deciden hacer una excursión a la montaña.
El amigo 1 se enfoca en el camino y está bien atento a cuanto iba a pisar
El amigo 2 se enfoca en el horizonte y está bien atento a los obstáculos que va a sortear.
El amigo 3 se enfoca en la distancia y está bien atento a la cima.
Comienzan a Caminar.
El amigo 1 a pesar de las precauciones, en la primera milla tropieza y cae. Temeroso de que pueda volverse a caer, decide no continuar y esperar en el lugar a sus dos compañeros.
En el transcurso de la segunda milla, ambos amigos sortean obstáculos, se ayudan mutuamente y avanzan. Llegan a la milla tres. Al sortear unas piedras, se encuentran con un puente colgante que a primera vista, da miedo, porque parece un peligro inminente.
Dos, intenta que su amigo desista y regresen juntos a dónde los espera Uno. Pero Tres, ha calculado y trazado estrategias para continuar. A pesar de todas las indicaciones, consejos y razones, el amigo Dos se rinde y deja que Tres siga solo.
Tres, con mucho cuidado cruza el puente. En la milla cuatro, después de la hondonada hay un desnivel que lo hace perder el equilibrio y lo arroja al suelo. Revisa su codo lastimado y siente el dolor agudo en el tobillo. Con cierto trabajo se pone de pie. Desde dónde está gira la cabeza y ve el lugar dónde le espera Uno: ¡había llegado tan lejos!.
Voltea hacia el otro lado. Debía recorrer algo más que una milla y la realidad era, que estaba herido y muy cansado.
En la distancia percibe su reto: el silencio ambiental le grita, que observe la montaña. Extiende la mano hacia ella y entre sus dedos la brisa corre, suave, rauda.
_ Ahora recuerdo por qué lo estoy haciendo.- Se dice casi en un susurro.
Entonces piensa en esa misma brisa, despeinando su cabello, allá… en la cima.
El amigo 1 se enfoca en el camino y está bien atento a cuanto iba a pisar
El amigo 2 se enfoca en el horizonte y está bien atento a los obstáculos que va a sortear.
El amigo 3 se enfoca en la distancia y está bien atento a la cima.
Comienzan a Caminar.
El amigo 1 a pesar de las precauciones, en la primera milla tropieza y cae. Temeroso de que pueda volverse a caer, decide no continuar y esperar en el lugar a sus dos compañeros.
En el transcurso de la segunda milla, ambos amigos sortean obstáculos, se ayudan mutuamente y avanzan. Llegan a la milla tres. Al sortear unas piedras, se encuentran con un puente colgante que a primera vista, da miedo, porque parece un peligro inminente.
Dos, intenta que su amigo desista y regresen juntos a dónde los espera Uno. Pero Tres, ha calculado y trazado estrategias para continuar. A pesar de todas las indicaciones, consejos y razones, el amigo Dos se rinde y deja que Tres siga solo.
Tres, con mucho cuidado cruza el puente. En la milla cuatro, después de la hondonada hay un desnivel que lo hace perder el equilibrio y lo arroja al suelo. Revisa su codo lastimado y siente el dolor agudo en el tobillo. Con cierto trabajo se pone de pie. Desde dónde está gira la cabeza y ve el lugar dónde le espera Uno: ¡había llegado tan lejos!.
Voltea hacia el otro lado. Debía recorrer algo más que una milla y la realidad era, que estaba herido y muy cansado.
En la distancia percibe su reto: el silencio ambiental le grita, que observe la montaña. Extiende la mano hacia ella y entre sus dedos la brisa corre, suave, rauda.
_ Ahora recuerdo por qué lo estoy haciendo.- Se dice casi en un susurro.
Entonces piensa en esa misma brisa, despeinando su cabello, allá… en la cima.
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